Por Endika Vásquez

7 de abril de 2021

Fotografía

Estabilización de imagen.

La mayoría de cámaras actuales están dotadas de capacidades de estabilización de imagen a la hora de tomar capturas, siendo una función tan común que incluso es visible en smartphones. Esto es realmente útil, especialmente en situaciones de baja luz. Kingsley Singleton, del seminario Amateur Photographer, explica de forma muy comprensiva cómo sacar provecho de la tecnología, que, curiosamente, fue integrada primero en tanques Leopard 1A1 de la armada alemana.


Si todas las variables son iguales, a medida que la luz en una escena baja, mayor tiempo de exposición es necesario para compensar la falta de luz. Este tiempo de exposición extra puede inducir a inestabilidad y movimiento no deseado en las capturas.

La vibración de la cámara ocurre cuando esta se mueve durante la exposición, afectando a la nitidez de la imagen en gran medida. Incluso las pequeñas vibraciones son fácilmente apreciables, y esto se ve amplificado a mayor tiempo de exposición se utiliza, aunque depende del pulso del fotógrafo a la hora de capturar el momento.
La vibración de la cámara tambien se ve aumentada con mayores distancias focales, de manera que se verá una imagen menos estable con un objetivo de 300mm que con uno de 18mm.

Este es un problema presente desde la existencia de la fotografía desde su invención. De manera que, para reducir la intensidad de la vibración siempre han existido dos opciones: aumentar la velocidad de obturación hasta el punto en el que no se note la vibración; o buscar alguna forma de estabilizar la cámara durante la exposición. Para esto último, existen trípodes y otras formas de apoyar la cámara para que se quede estática, y hoy en día contamos con sistemas de Estabilización de Imagen (IS) para asistir mientras tengamos la cámara en las manos.

Los sistemas IS compensan la vibración de la cámara, de manera que la imagen proyectada al sesnsor se mantiene estática durante la exposición, de allí su estelar utilidad en situaciones de baja luz. Pero esta también cuenta con sus límites, de manera que aquí van algunos consejos para entender y mejorar su uso.

¿Cuándo es necesaria la IS?

Antes de la introducción del sistema en 1990, se daba uso de la regla recíproca, que aún es aplicada en aquellas cámaras sin sistemas de compensación. La regla indica que, generalmente, la velocidad de obturación ha de ser igual a la inversa de la distancia focal, es decir, si se hace el disparo con una lente de 80mm, la velocidad mínima de disparo no debe ser inferior a 1/80. Cuanta mayor distancia focal tenga la lente, mayor será la amplificación de las vibraciones, de manera que mayor debe ser la velocidad de obturación.

La IS se evalúa en stops, para dar una idea general de la velocidad aplicable cuando el sistema se activa. Para hacer este cálculo, se aplica la ley recíproca como se haría normalmente, y se le restan los stops que especifica el sistema de estabilización. Para una lente de 200mm, y un sistema de 4 stops, se cogería la velocidad de 1/200s, y se le dobla cuatro veces el tiempo de exposición, haciendo un total cercano a 1/13s para un IS de 4 stops. Se ha de recordar que tambien se tiene que añadir el factor de recorte del sensor si este procede, de manera que una lente de 200mm en un sensor con factor de reducción de 1.5x sería equivalente a una lente de 300mm.

Además, cuanta mayor resolución tiene el sensor, tambien presentará de forma más aguda cualquier rastro de vibración, de manera que estos sistemas también son muy útiles en sensores de alta resolución.

¿Qué sistema de estabilización escoger?

Existen dos clases de estabilización generales en las cámaras actuales: Estabilización Óptica(OIS), que compensa la lente; y Estabilización Mecánica(IBIS), que compensa el propio sensor. En ambos casos, existen límites físicos a la capacidad de desplazamiento del sensor para compensar vibración, de manera que siempre se recomienda mantener la cámara lo más estable posible.

Las lentes OIS están calibradas para funcionar por sí solas, además de que teóricamente permiten más movimiento que su contraparte, pues se podría aumentar la anchura de la lente para acomodar este sistema. Por otro lado, el OIS también es de ayuda en las DSLR, por que la luz es estabilizada al momento de alcanzar al sensor de AF.

El problema de estas lentes se presenta en su precio, dimensiones y peso. Además de que solo son capaces de corregir vibración en dos ejes, cabeceo y guiñada. También se dice que el efecto bokéh puede verse perjudicado por este sistema, pero la diferencia es inapreciable.

Las cámaras equipadas con IBIS tienen como mayor ventaja poder estabilizarse con cualquier lente que se les monte, de manera que solo se paga el coste de la cámara equipada con esto. Los sistemas IBIS modernos también son capaces de compensar en los tres ejes de movimiento, pero en menor medida, por las limitaciones físicas de movilidad.
Sus contras, como antes se ha mencionado, son su limitada capacidad de compensación, y el aumento en precio y dimensiones de la cámara para poder acomodar la tecnología.

Finalmente, equipar una cámara con ambos sistemas tendrá las ventajas de ambos mundos, de manera que si el precio no es objeto, esta es la clara opción a elegir.

¿Cuáles son las desventajas de la IS?

Además del precio añadido por la tecnología, ningun sistema de estabilización será capaz de compensar el movimiento de los sujetos a capturar. Cualquier movimiento del sujeto mientras la exposición está en curso causará difuminación en la imagen final, aunque esto se utiliza con fin artístico, como se aprecia en algunas tomas de calle y vehículos. Por otro lado, si la cámara se encuentra totalmente estable y estática, el sistema debería ser desactivado, pues consume energía, restándole a la ya baja autonomía que tiene una cámara en situaciones de baja iluminación.

Nitidez y estabilización

Por muy avanzado que sea este sistema, jamás compensará por completo la falta de técnica del fotógrafo. Cuanta mayor estaticidad tenga la cámara, con o sin IS, más nitidez presentará la captura.
Existen múltiples formas de mejorar la estabilidad de la camara, como apoyarse en objetos, y mejorar el agarre de los objetivos más largos y pesados. Por otro lado, también es ventajoso utilizar el modo de ráfaga si es posible, pues así existirán mas probabilidades de tener una imagen estable.

A la hora de capturar vídeo

Al grabar vídeo, la velocidad de obturación está más restingida que al tomar capturas inmóviles. Típicamente, al aplicar la Regla de los 180º, la velocidad de disparo oscilará entre 1/50s y 1/60s para 24, 25, o 30 fps. Aquí, el movimiento del sujeto no es un factor tan esencial, pero la estabilización de imagen sigue siendo elemental, exactamente igual que en la toma de fotografías.

El uso de un gimbal es recomendable en esta clase de situaciones, pero los sistemas de IS antes discutidos pueden ser suficientes para aminorar las vibraciones al caminar y desplazar la cámara.

Además de la estabilización opto-mecánica que ocurre desplazando la recepción de luz físicamente, algunas cámaras presentan Estabilización de Imagen Electrónica (EIS). Este método se enfoca en el procesamiento del video más que en su captura. El rodaje es analizado por ordenador, y se recorta parte del plano para nivelar los fotogramas que queden descompensados a causa del movimiento y/o vibración.

Finalmente, si se graba sonido muy cerca de la cámara, se ha de tener en cuenta que los métodos de estabilización pueden causar ruido, y este será captado por los micrófonos, de manera que la posición de estos también ha de ser evaluada en torno a esto.


Fuentes: Amateur Photographer, TechQuickie, PetaPixel, Bundeswehr, Image Engineering