Por Endika Vásquez

30 de octubre de 2020

Cine

¿Qué es el ISO de una cámara?

La semana pasada observamos como la apertura influía en el nivel de exposición de una imagen, y qué se podía lograr trabajándola en conjunto al ISO y la velocidad de disparo. En este artículo comprenderemos otro de los lados del triángulo de exposición, el ISO.

ISO es el acrónimo de International Organization of Standardization, encargada de estandarizar radios de sensibilidad para los sensores de las cámaras.

Específicamente, el ISO es el encargado de medir la sensibilidad del sensor digital a la luz que recibe de la lente, y, en caso de una cámara tradicional, la sensibilidad de la película. Se mide en números, como 50, 400, 800, 3200, etc. A la hora de cambiar el ISO en una cámara, cambia la sensibilidad previamente mencionada. Cuando el ISO cambia de 100 a 200, la sensibilidad del sensor se ve duplicada.

El ISO 100 es considerado estándar, y se recomienda un valor menor a 200 en entornos de buena iluminación, y superior a 400 en situaciones donde la luz no está a favor. Un incremento de sensibilidad asiste en la capacidad de capturar en situaciones de baja iluminación, pero también puede crear imágenes ruidosas, con grano, de forma que se tiene que balancear con la apertura y la velocidad de obturación para crear una imagen nítida.

Si el ISO determina la sensibilidad a la luz del sensor, pero crea grano si se aumenta en exceso, ¿qué es lo que se hace en una situación de iluminación pobre?

Aumentar el ISO a 3200 no es la solución, ya que nos creará una imagen excesivamente borrosa, sin rango dinámico, y en general, perderemos las capacidades de la cámara.

Esto significa que tenemos que balancear nuestro triángulo de exposición a la perfección, en función del efecto que queramos que de nuestro encuadre.

Otro dato que hemos de tener en cuenta es el ISO nativo de cada cámara, y su rango dinámico.

El rango dinámico de una cámara es la medición de esta misma de la diferencia en luz entre su punto más iluminado hasta el más oscuro, es decir, la diferencia en una misma captura entre el blanco más blanco y el negro más negro sin perder detalle y fundir sombras ni quemar blancos. De esta forma, un sensor con gran rango dinámico nos dará una imagen generalmente más nítida, colorida y contrastada.

Comparación de una imagen de alto rango dinámico con una de rango estándar


Cambiar el valor del ISO de una cámara desplazará este rango dinámico, en detrimento de los claros, o los oscuros. Por lo general, para sacar el máximo posible de nuestra cámara, deberemos capturar lo más cerca posible de su valor de ISO nativo, presente en todas las cámaras digitales.

La mayoría de cinematógrafos buscan una imagen lo más clara y nítida posible, pero los hay quienes aprovechan el grano de película en cinemática tradicional, para texturizar y otorgar vida a las imágenes. Este grano es distinto al ruido digital causado por el aumento excesivo del ISO, ya que el grano digital genera artefactos menos deseables en la grabación o captura. Aun así, hay cinematógrafos que aprovechan estos artefactos e incluso añaden más grano en el postprocesado para darle un aire distinto, como añadido artístico.

De cualquier manera, comprender y saber utilizar el triángulo de exposición a voluntad es esencial a la hora de captar un momento, a veces incluso más que el encuadre, pues la manipulación de luz es el alma de la imagen.


Fuentes: StudioBinder, Tyudorials, DPReview