
Los nuevos BMW y cómo mantener relevante la transmisión manual.
Los alemanes han sorprendido al presentar la nueva generación de sus M3 y M4 con transmisión manual, tal y como ha hecho Porsche para su 911 GT3.
Los vehículos cuentan con un motor seis en línea S58 biturbo, con 353kW de potencia y 600Nm de torque. La combinación los hace capaces de alcanzar los 100km/h en alrededor de 4.1 segundos.
La peculiaridad de la transmisión de los automóviles, explicada por el ingeniero responsable de estas, Karsten Fabian, es que el único componente electrónico presente en estas es el sensor de marcha opcional, que se encargará de hacer la maniobra de punta-talón si así lo deseamos.

En esencia, se trata de la misma transmisión anteriormente encontrada en la generación previa de los deportivos, pero ha sido mejorada para resistir el aumento de potencia. Además, ha mejorado su precisión a la hora de hacer los cambios gracias a un acople doble de la varilla de cambio tanto al chasis como al túnel de transmisión.

En lo que respecta al embrague, se conserva el doble disco y presenta cuatro capas de fricción, asistiendo en el deslizamiento del embrague, y consecuentemente aumentando la aceleración. El volante de doble masa también ha sido perfeccionado y adaptado al nuevo S58, con una llanta del engranaje de arranque más grande y brida del cigüeñal reforzada con cuatro placas de metal, en lugar de las tres de la anterior versión.
Finalmente, si el conductor ha pilotado alguna vez un BMW M, se mantiene el patrón en H usual, y el bloqueo de reversa, de manera que este se sentirá cómodo y no tendrá que adaptarse a ninguna novedad, a la vez que disfruta de los adelantos, pues los coches deportivos con transmisión manual son cada vez más escasos.
Fuentes: TheDrive, BMWBlog