Por Endika Vásquez

20 de noviembre de 2020

Literatura

Francisco Brines, el primer valenciano en ganar el Cervantes.

Tras los premios concedidos en 2018 y 2019 a Ida Vitale y Joan Margarit respectivamente, el premio Cervantes, el mayor galardón de las letras españolas, ha ido a manos del valenciano Francisco Brines. El jurado destacó que su obra va “va de lo carnal y lo puramente humano a lo metafísico, lo espiritual, hacia una aspiración de belleza e inmortalidad. Es el poeta intimista de la generación del 50 que más ha ahondado en la experiencia del ser humano individual frente a la memoria, el paso del tiempo y la exaltación vital”.

Con una condición de salud delicada, Brines vive en su localidad natal en Oliva, en una casa desde la que se divisa el mar y que convirtió hace un año en la sede de la fundación con su nombre, constante de una biblioteca de más de 30.000 volúmenes y dos premios de poesía que concederá anualmente, uno en valenciano y otro en castellano.

Su próximo libro de poesía, del que está “contento, son poemas cortos”. Uno de ellos dice:
“Donde muere la muerte,
porque en la vida tiene tan sólo su existencia.
En ese punto oscuro de la nada
que nace en el cerebro,
cuando se acaba el aire que acariciaba el labio,
ahora que la ceniza, como un cielo llagado,
penetra en las costillas con silencio y dolor,
y un pañuelo mojado por las lágrimas se agita
hacia lo negro.
Beso tu carne aún tibia.
Fuera del hospital, como si fuera yo, recogido
en tus brazos,
un niño de pañales mira caer la luz,
sonríe, grita, y ya le hechiza el mundo
que sabrá abandonarle.
Madre, devuélveme mi beso”.

A los sesenta años de la publicación de su primer libro, Las brasas, Brines es autor de obras fundamentales como El otoño de las rosas(1986), La última costa (1995) o Para quemar la noche (2010). Su trabajo está recogido en antologías como Yo descanso en la luz (2010) y Entre dos nadas (2017), o en su poesía completa Ensayo de una despedida (1997).

El Cervantes, dotado con 125.000 euros, le fue concedido tras una reunión virtual de casi tres horas, “por mayoría”. De los 46 ganadores, solo cinco son mujeres. Asimismo, el veredicto dinamita la tradición de alternar un ganador latinoamericano con uno español, que se respetó escrupulosamente no desde la creación del premio en 1976 pero sí entre los años 1996 y el 2017.


Fuentes: La Vanguardia